Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
Max Tucker & Cherie Garrett
Cherie Garrett compara la construcción de su negocio doTERRA con un viaje en tren. “Y no nos vamos a bajar”, dice. “Irás a las alturas y será como un tren bala. Luego desciendes por los valles tranquilos. Ahí es cuando entrenamos y duplicamos”. Cherie había estado involucrada en una empresa de venta directa antes y no disfrutó de la experiencia. Ella dice: “Mi presentimiento era que nunca me involucraría con otro multinivel. Había demasiado papeleo y demasiado tiempo involucrándose para muy poco retorno”. Su esposo Max le preguntó si alguna vez volvería a involucrarse en las ventas directas si encontraba el producto adecuado y un plan simple y duplicable. Ella le dijo firmemente: “¡No!”
Dos meses después, un amigo le presentó doTERRA. Usó el producto durante una semana cuando su amiga compartió con ella lo simple que podía ser este negocio. Ella vio que los aceites doTERRA son útiles para todos. También vio que sería fácil mostrar a las personas cómo podían comprarlos a un precio mayorista y tener una tienda en línea durante un año para comprar más productos. Ella dice: “Fue muy realizable. No vendemos los aceites, los compartimos”.
Cherie pronto aprendió la importancia de realizar eventos semanales. “Es importante porque doTERRA es un negocio de personas. Nos necesitamos unos a otros para compartir experiencias, aprender y crecer individualmente”. Mantiene los eventos simples y se asegura de no hablar demasiado. Ella siempre les quita las tapas a los aceites y los reparte para que todos puedan experimentarlos por sí mismos. También ofrece otros incentivos para entusiasmar a la gente, como obsequios de aceite gratis o un vale de regalo AromaTouch para cualquiera que traiga un amigo.
Cherie también puede dar testimonio de la importancia de una organización sólida. Ella dice: “Mi organización es muy alentadora y creativa. Les encanta aprender, son excelentes oyentes y quieren seguir los pasos de otros que tienen éxito”. Aportan una mezcla de experiencia y habilidades a la mesa y la ayudan a fortalecerla donde está débil.
Al final, ella sabe que llegó donde está porque nunca se rindió, nunca se bajó del tren. “Nos movíamos mucho y fue difícil para nosotros construir en el camino, pero sabía que teníamos la misión de ser embajadores de estos aceites. Por lo tanto, hicimos todo lo posible para ayudar a las personas tanto como pudimos hasta que nos establecimos”. Hoy, sabe que cada paso del viaje valió la pena. Su consejo: “¡Disfruta del viaje!”