Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
Si eres como la mayoría de la gente, quieres hacerlo lo mejor posible. Pero, ¿cuándo el intento de alcanzar la perfección se convierte en un problema?
Cuando nos proponemos progresar en la vida y alcanzar nuestros objetivos, es importante tener en cuenta las ideas de perfeccionismo y excelencia. Esforzarse por la excelencia puede ser extremadamente motivador y satisfactorio, mientras que esforzarse por la perfección puede hacer que nos sintamos desmoralizados e insatisfechos.
Ambas palabras suenan muy bien y dan la impresión de que se intenta conseguir cosas buenas. Entonces, ¿cuál es la verdadera diferencia? La excelencia se define como "la cualidad de ser sobresaliente o extremadamente bueno", por lo que intentar alcanzar la excelencia significa que está comprobando dónde se encuentra e intentando hacerlo un poco mejor.
Por el contrario, intentar alcanzar la perfección implica que se aspira a algo que es tan bueno que no puede ser mejor. Cuando se hace demasiado hincapié en la perfección, se puede acabar cometiendo errores.
Una vez que tu mentalidad cambie hacia la excelencia en lugar de la perfección y tus objetivos se alineen para reflejar esto, hay algunos puntos que te ayudarán a ponerte en el camino para lograr la excelencia.
Encontrar el "por qué". Entender tu PORQUÉ te dará una perspectiva positiva en tu camino para lograr tus objetivos. La gente se fija en ti como líder. La felicidad y el éxito se consiguen cuando se comprende por qué te embarcas en este viaje.
Comparte tus conocimientos. El conocimiento crece cuando se comparte, así que tener una actitud de ayudar y servir a los demás te ayudará en tu camino de crecimiento. Al convertirte en un Defensor del Bienestar doTERRA, tienes la oportunidad de educar a otros sobre cómo utilizar los aceites esenciales para mejorar el bienestar. Compartir doTERRA te permitirá exponerte a nuevas personas y oportunidades, así como combinar habilidades y experiencias para generar nuevas ideas.
Es el viaje, no el destino. Dejarse arrastrar por la búsqueda de la perfección es perjudicial; siempre hay algo que se puede mejorar. La búsqueda de la excelencia garantiza que tu equipo disfrutará de los resultados de tu mejora continua e incremental cada día.
"Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, pues, no es un acto, sino un hábito". - Aristóteles
Evita dejarte arrastrar por la idea de alcanzar la perfección. Lucha por la excelencia todos los días y recoge las recompensas de tu cambio de enfoque a través de la consecución de una mejora incremental.