Cómo salir de tu zona de confort

A menudo escuchamos que necesitamos salir de nuestras zonas de confort y hacer algo nuevo si queremos cambiar nuestras vidas. Entonces, ¿qué es exactamente una zona de confort? El Diccionario Merriam-Webster lo define como "un lugar, una situación o un nivel en el que alguien se siente seguro y cómodo". Teniendo esto en cuenta, nuestras zonas de confort no son necesariamente malas, entonces, ¿por qué tenemos que salir?

La respuesta puede estar en esta simple cita de Thomas Edison: "No tendremos mejores condiciones en el futuro si estamos satisfechos con todos los que tenemos actualmente". La satisfacción no es algo malo en sí mismo, pero llega un punto donde dejamos de progresar y descubrir, y limitamos nuestro éxito. Por otro lado, muchos de nosotros somos conscientes de nuestras zonas de confort, pero nos detenemos con el miedo de que realmente no podamos lograr algo más grande.

En realidad, hay bastantes razones científicas sobre por qué es una buena idea salir un poco de nuestros límites normales. Hay un espacio a las afueras de la zona de confort llamado "ansiedad óptima". Este es un lugar donde estarás estresado lo suficiente para aumentar tu productividad, pero no estresado hasta el punto en que tu desempeño se vea seriamente obstaculizado.

Estar en esta zona óptima crea algunas cosas positivas para ti:

1. Salir de tu zona de confort te ayuda a ser más productivo. Tener suficiente estrés hace posible desafiarte a ti mismo para alcanzar nuevas alturas.

2. Hace que el cambio sea más fácil de manejar. El cambio es inevitable, pero cuando desarrollas la capacidad de adaptarte a él, te preparas para manejar los cambios que te obligan a salir de tu zona de confort.

3. Experimentar cosas nuevas puede ayudarte a ser más creativo. Abrir la puerta al aprendizaje de nuevos conocimientos y habilidades tiene el poder de enseñarte e inspirarte para hacer cosas de diferentes maneras y encontrar nuevas soluciones a problemas que quizás no hayas pensado antes.

Aquí hay algunas ideas simples que puedes hacer para esforzarte:

• Cambia tu forma de hacer las cosas cotidianas. Cambia lo que comes en tu restaurante favorito. Haz un seguimiento con alguien en persona en lugar de hacerlo por teléfono. Toma una ruta diferente a casa. Intenta mirar la vida desde una perspectiva diferente.
• Si te cuesta hablar con extraños, solo saluda y ve desde allí.
• Aprende una nueva habilidad. ¿Siempre has querido hablar un segundo idioma o tocar un instrumento? Haz una meta para hacerlo ahora.
• Visita nuevos lugares. Esto ayudará a descubrir nuevas perspectivas.