Manteniendo el equilibrio entre el trabajo y vida diaria


Es la pregunta en la mente de todos, ¿cómo divides con éxito tu tiempo entre el trabajo y otros compromisos? A medida que nuestras vidas tienden a estar más ocupadas con el trabajo, la familia y otras prioridades, es posible que sientas que te falta algo de tiempo para ti. El equilibrio entre el trabajo y la vida puede significar algo diferente para todos, así que aquí hay algunos consejos para ayudarte a encontrar el equilibrio adecuado que funcione para ti.

1. Establece metas: establece metas que te apasionen y que sean alcanzables. Mira cuándo eres más productivo durante el día y trabaja en tus objetivos durante ese tiempo. Esto significa que puedes prestar toda tu atención a las tareas y es más probable que las completes en un plazo más rápido. Establecer objetivos y prioridades te ayudará a asegurarte de que estás por buen camino con tu carga de trabajo y no tendrás que trabajar hasta altas horas de la noche para asegurarte de que estas tareas se realicen.

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2. Establece límites y horas de trabajo: para evitar el exceso de trabajo, establece límites tú mismo. Ya sea que trabajes en una oficina o desde tu casa, es importante determinar cuándo trabajarás y cuándo dejarás de hacerlo. Una vez que hayas terminado el día, ¡ya está! Deja el trabajo en el trabajo y no pienses en proyectos futuros ni en correos electrónicos sin respuesta.

Si necesitas ayuda con esto, antes de irte, haz una lista de las tareas incompletas que tengas en mente, que pueden ayudarte a prepararte para el día siguiente. Antes de conducir o al subir al tren, intenta respirar lenta y constantemente y sabiendo que es el final del día y que puedes volver a estas tareas al día siguiente.

3. Desconéctate: Terminaste el tiempo de trabajar por el día y te diriges a casa con tu familia o para relajarte compras comida para llevar y comer frente al televisor. En lugar de eso, te encuentras respondiendo correos electrónicos o completando trabajos de última hora, todos hemos estado ¡ahí! ¿Cómo aprendes a desconectarte? Cuando llegues a casa, trata de guardar tu teléfono para que no te sientas tentado a usarlo. Este tiempo se reserva para concentrarse en ti mismo o, si tienes una familia, para pasar tiempo con ellos. Usar este tiempo para relajarte puede ayudarte a prepararte para el día siguiente.

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