La importancia de la felicidad en el bienestar del cuerpo

Un estudio longitudinal es una investigación de efectos específicos en un grupo de individuos durante un largo período de tiempo, lo que permite a los investigadores recopilar datos sobre los cambios a largo plazo. Los estudios longitudinales realizados en el siglo pasado han proporcionado algunas de las ideas científicas más importantes con respecto al bienestar, específicamente en cómo nuestras conductas cotidianas influyen en nuestro cuerpo. Por ejemplo, el Estudio del corazón de Framingham ha reunido datos sobre la salud del corazón desde 1948 y ha sido uno de los factores más importantes en la comprensión de la comunidad médica de la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo. Del mismo modo, el Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento (CLSA) ha seguido a más de 50,000 personas durante más de 20 años, proporcionando información sobre la asociación entre la genética y los comportamientos de estilo de vida y el desarrollo de enfermedades y discapacidades. Si desea comprender cómo los comportamientos pueden afectar su salud a largo plazo, la evidencia más relevante se obtiene de estudios longitudinales.
 

Uno de los estudios longitudinales históricos sugiere que el bienestar emocional puede tener una influencia significativa en el físco. El Estudio del Desarollo de los Adultos, de la Universidad de Harvard (a menudo denominado "Grant Study") es uno de los estudios más largos de la historia. El Estudio Grant, ahora en su tercera generación, ha seguido a 268 participantes durante casi ocho décadas y ha ampliado nuestra comprensión de la salud de una manera totalmente única. Junto con la recopilación de datos sobre la influencia del alcohol y el tabaquismo en la salud a largo plazo, el Estudio Grant ha llegado a una conclusión fascinante: que la buena genética y los comportamientos de estilo de vida saludable son geniales, pero la alegría y las relaciones sociales positivas pueden tener una influencia tan profunda en nuestra salud y esperanza de vida.

 

Se han publicado numerosos análisis y revisiones de los datos del Estudio Grant, y los más fascinantes incluyen la asociación entre medidas objetivas de salud y dos variables independientes: satisfacción subjetiva de la vida y apoyos sociales objetivos. Hoy, solo 19 de los participantes originales del estudio todavía están vivos, pero su longevidad ha proporcionado alguna evidencia fascinante de los beneficios de ser feliz. Un análisis encontró que la satisfacción reportada de un individuo con sus relaciones personales después de los 50 años era un mejor predictor de salud y esperanza de vida que los niveles de colesterol. Los que se sentían más satisfechos por su matrimonio, las relaciones con los niños y otros apoyos sociales a la edad de 50 años, tenían menos probabilidades de sufrir enfermedades crónicas y morbilidad general antes de los 80 años.
 

Otro estudio publicado con un análisis más detallado de los datos del Estudio Grant encontró que los participantes del estudio que fueron más felices con su matrimonio sintieron menos dolor emocional y físico y finalmente vivieron más tiempo. Los investigadores sugieren que rodearse de personas que amas y encontrar alegría en las pequeñas maravillas diarias de la vida puede mejorar la salud física y promover una mayor esperanza de vida al mantener la homeostasis del sistema nervioso, desacelerar el deterioro cognitivo debido al envejecimiento y reducir el dolor emocional y físico.