¡dōTERRA te desea un Feliz año nuevo 2023!
El amor, un ciclo sin fin: ¡dōTERRA te desea un Feliz año nuevo 2023!
Un amanecer que anuncia no sólo el inicio de una jornada más, sino el cierre y la apertura de un nuevo ciclo. El año nuevo brilla como el sol de un nuevo amanecer que va destejiendo lentamente su madeja de rayos.
Eso es parte de lo que hemos aprendido con dōTERRA® este año: la vida es una sucesión de ciclos extraordinarios. Y que, así como llegan los momentos difíciles, también estos se van: se disuelven en el siguiente proceso de aprendizaje como una fruta que cae en la tierra para luego fertilizarla. Así mismo, este 2022 aprendimos que el amor verdadero nunca se termina, sino que sólo se transforma: lo regamos, asciende y luego florece. Sin embargo, no se termina ahí, ya que cada flor posee una semillita que luego, la bondad de los polinizadores, del viento y del amor, llevarán lejos para seguir haciendo crecer nuestro bosque.
La regeneración del mundo vegetal es una bendición que no sólo nos da oxígeno, alimento y belleza, sino que además, nos regala muchos otros obsequios, como los que cada uno de los aceites esenciales dōTERRA® nos proporcionan y cuyo descubrimiento fue el resultado de siglos de vivir entre las plantas y los árboles: años de amar y conocer el lugar en donde vivimos.
Esa historia de ciclos y resurrecciones se puede reconocer en la historia del Sándalo Hawaiano. Un árbol adorado y nativo de la isla de Hawái que estuvo a punto de extinguirse debido a su explotación durante el siglo XIX. No obstante, la unión de miles de corazones concentrados alrededor de dōTERRA®, la iniciativa de Abastecimiento Co-Impact, y del gobierno hawaiano, lograron salvar a este árbol junto con su inolvidable aroma y sus propiedades únicas: la vida y el amor, si lo cuidamos, siempre vuelven a florecer.
Ahora pensemos en el árbol japonés de Hinoki. Con la madera de este exquisito árbol fue construido el recinto religioso hecho de madera más antiguo del mundo, hablamos del Templo budista de la Ley Floreciente, construido en el año 600. La madera de Hinoki protege los rituales de una fe que declara que la impermanencia es el estado último de todo: esto significa que la felicidad proviene de entender que nada es para siempre, excepto el movimiento. Y es por eso debemos agradecer cada segundo con los nuestros. El aceite esencial Hinoki dōTERRA® guarda el aroma de esta espiritualidad milenaria.
Por último, iniciemos este año recordando que nada es más grande y eterno que el amor, que es la única fuerza que lo une todo y que es la magia que hace posibles todos los sueños. Y en el mundo de las plantas, hay una de ellas que representa esta fuerza inconmensurable, hablamos de la llamada Reina de las Plantas, hablamos de la sagrada Tulsi. Según la religión hinduista, esa bella planta es la encarnación en este mundo de la diosa guardiana de “Vrindavan”, una tierra sagrada donde tuvo lugar la unión amorosa entre los dioses Krishna y Radha: los dioses amantes eternos, los jóvenes para siempre gracias el milagro del amor. Tulsi representa para los hindúes el gozo, el amor y la pasión por vivir. El aceite esencial de Tulsi dōTERRA guarda esa efervescencia mística que es el símbolo de todos los más bellos deseos de esta Tierra.
Es así como llegamos al inicio de ¡una aventura más! En dōTERRA te queremos desear un muy feliz año nuevo 2023. Lleno de sabiduría, inspiración y transformación, pero sobre todo de mucho, mucho… ¡amor!