Rituales, remedios y placeres: los aceites esenciales en la antigüedad


Rituales, remedios y placeres. 

 

Historia y sus rituales

Imaginemos que una mañana de domingo nos despertamos temprano y estamos listos para iniciar un día de descanso y bienestar; de pronto nos damos cuenta de que es el año 5000 A.C. y que vivimos en el antiguo Egipto. ¿Qué tan bien nos lo pasaríamos, qué ocuparíamos para mejorar nuestra vida diaria? La cotidianeidad en la antigüedad está llena de detalles hermosos e imposibles de conocer hoy en día; pero algo que sí sabemos, es que usando los recursos precisos y adecuados, se trataba de una vida colmada de estimulantes aromas, plantas y aceites sanadores.

 

Uno de los principales indicadores del proceso espiritual y social de una persona eran los aromas que rodeaban a su ser. En el antiguo Egipto los aromas poseían diversos valores. Si nos invitaran un banquete en el palacio al atardecer, todos los invitados deberíamos untarnos aceite esencial de Incienso sobre las muñecas y cuello, como parte de las costumbres reales. Cada uno de los sentidos, desde la vista halagada con danzas y joyas, hasta el olfato regalado de esencias, debían ser agraciados frente al faraón. Además, se creía que aceites esenciales como el del Incienso eran útiles para purificar el aire y evitar enfermedades.

 

Si fuéramos invitados a una ceremonia en el templo de Isis tampoco faltarían los aceites esenciales elaborados con resinas. El kyphi o kapet, un tipo de incienso que incluía pasas entre sus ingredientes era un perfume sinónimo de pureza y con un significado profundo en la liturgia. El bienestar tanto de este mundo y como del divino, tenían como intermediario a los aromas naturales que se extraían con métodos precisos y artísticos. 

 

Si fuéramos invitados al embalsamiento de un príncipe, veríamos como su cuerpo es despojado de su carne, para después ser rellenado con Mirra pura molida, aceite esencial de Mirra, canela y otros aromas. ¿Nos parecería un espectáculo terrorífico o sublime?

 

Imaginemos que ese domingo no termina nunca, y decidimos viajar hasta la antigua Persia. Ahí conoceríamos a unas novias que se perfuman estando cerca de un brasero donde queman ramas de Mirto verde, junto con olíbano y semillas de ruda siria. El Mirto conserva desde hace mucho el significado de la pureza, y aún hoy en día lo podemos ver en los ramos de bodas. En la antigua Grecia, Afrodita, diosa del amor y la belleza, emergió de los mares sosteniendo una rama de Mirto.

 

Pero supongamos que queremos proseguir nuestro viaje de purificación y sanación. Decidimos visitar a los antiguos pueblos bíblicos y descubrimos que para limpiar a las personas de adicciones y malas costumbres, se utiliza el Hisopo. Así, dice el Salmo 51, 7-11:

 

“Purifícame con Hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu.”

 

En esos mismos templos judíos por donde nos pasearíamos y donde presenciaríamos hermosas ofrendas y alabanzas a Dios, nos sentiríamos rodeados en todo momento de aceite esencial de resina de Gálbano. En el mismo libro del éxodo se habla de las cualidades espirituales de esta planta: “Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte, y uña aromática, y gálbano aromático e incienso puro…”

 

Aceites esenciales usados para fines hedonistas, para fines curativos, para fines religiosos, para fines espirituales y sanadores. Pero estos propósitos no están contrapuestos: en lo sagrado de cada momento encontramos que cada día es un ritual, y que celebrar la vida es un acto que nos alimenta el alma día con día. Las antiguas civilizaciones buscaron construir cada una la máxima pureza y bienestar, así como nosotros hoy en día, en dōTERRA. Todas esas búsquedas involucraron la complacencia y sanación del sentido del sagrado olfato.

 

Hoy en día estos son algunos de los Beneficios y Usos de los aceites en esta colección:

 

Incienso: Difundir durante la reflexión o la meditación. Aplicar tópicamente o agregar a la crema o loción para nutrir y calmar la piel. Agregar una gota o dos a una cápsula vegetariana como parte de tu régimen diario. Puede ayudar a apoyar la función celular saludable cuando se usa internamente. Brinda un aroma reconfortante y edificante. Ayuda a mantener una piel saludable cuando se aplica tópicamente.

 

Mirra: Agrega 1-2 gotas a la pasta de dientes para beneficios adicionales de limpieza. Difunde para ayudar a promover la conciencia y levantar el estado de ánimo. Agrega a tu loción/crema humectante para ayudar a reducir el aspecto de las líneas finas y las arrugas. Agrega 1-2 gotas a ¼ de taza de agua con un poco de miel para ayudar a aliviar el estómago. Potentes propiedades de limpieza, especialmente para la boca y garganta Calmante para la piel; promueve un cutis suave, de aspecto juvenil. Promueve el equilibrio y bienestar emocional.

 

Hisopo: Agrega unas gotas a una botella rociadora con agua y rocía sobre las superficies o las manos para obtener un limpiador casero rápido. Aplica en muñecas y tobillos mientras caminas para una experiencia aromática a base de hierbas. Difúndelo para refrescar el aire. Mezcla cuatro gotas de Arborvitae, dos gotas de Limón y dos gotas de Hisopo en una botella de 8 onzas para obtener un abrillantador de madera aromático. Úsalo durante la meditación para obtener un aroma de paz y calma.

 

Gálbano:  Agrega una gota a tu limpiador facial, corporal o de superficies favorito. Difúndelo para obtener un aroma fresco. Incluir en un masaje relajante. Tiene un aroma verde terroso, que destensa. Crea una experiencia aromática fresca y relajante.

 

Mirto: Difunde o usa una gota en tus palmas e inhala profundamente. Agrégalo a una rutina de cuidado de la piel. Crea un aceite de masaje agregando una o dos gotas en un aceite portador. Remojar con dos o tres gotas en un baño de sal de Epsom. Crea un ambiente edificante. Aroma estimulante. Ayuda a mantener una piel sana.

 

Cistus: Aplicar sobre la piel para un efecto calmante. Úsalo para un masaje reconfortante. Agrégalo a un difusor de habitación para refrescar el espacio. Útil durante la meditación. Proporciona un aroma rico, dulce y cálido. Crea un ambiente tranquilo y pacífico. Puede ser calmante para la piel. Ayuda a mantener limpias las superficies de su hogar.

 

A continuación te dejamos un breve video del Incienso, aceite presente en esta colección: 

 

 

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