Osmanthus, la esencia de la Luna de otoño China.


Osmanthus, la esencia de la Luna de otoño China.

 

Recién iniciado febrero dimos la bienvenida al primer mes lunar del año nuevo chino, el año del Tigre. Con esto inicia un nuevo ciclo cuyos meses se empiezan a contar con la aparición de la primera Luna Nueva del año, y su subsiguiente Luna Llena alrededor del día 15.
En el octavo ciclo de esta milenaria concepción del tiempo, justo el mes de septiembre, llega el otoño, y con ello la maduración de muchas frutas fértiles al calor del estío las cuáles serán recolectadas como provisiones para el invierno. 
 
 
Es así como inicia el Festival de la Luna chino. Una fiesta rodeada de hermosos rituales, dulces tradicionales y leyendas contadas por los abuelos, entre las cuáles hay una que involucra a la floración durante este mes del arbusto Osmanthus fragrans, también conocido como “olivo dulce” o “fragante”: De acuerdo con la mitología china, la luna del firmamento está habitada por Chang´e, la hermosa Diosa de la Inmortalidad.  Ella habita en un Palacio de Cristal, y se encuentra acompañada de un conejo, un gigante y un fragante arbusto en flor de osmanto. La diosa simboliza la belleza femenina, y danza feliz en el astro nocturno con sus mangas largas celebrando la Vida.
 
 
Osmanthus fragrans es frecuentemente usado en la gastronomía para crear tradicionales mermeladas, galletas e incluso licores, así como para aromatizar el té negro y verde con sus pétalos. Así mismo, es un ingrediente sumamente valorado en la alta perfumería por su infinita variedad de matices, que van de los frescos afrutado a las facetas de cuero. Tanto por su belleza ornamental como por ese penetrante aroma, el osmanthus fue cultivado en los jardines clásicos chinos, donde se colocó en los patios interiores y en las esquinas cercanas a las ventanas, para permitir que el viento arrastrara su aroma en el interior de las casas.
 
 
El aceite esencial touch de Osmanthus dōTERRA® conserva en pureza este legendario aroma que promueve el sentimiento de la alegría por vivir y un entusiasmo festivo, combinado con un toque perfecto de aceite fraccionado de coco, para que en tu piel te vaya estupendo. Bien puede ser utilizado para sesiones de yoga y meditación, siempre de manera tópica nos ayuda a mantener la apariencia de una piel sana y joven. Este uso se conoce desde la antigüedad y es por ello por lo que se le asoció a la flor con la diosa de la Belleza.
 
Déjate cautivar por la esencia ancestral del Festival de la Luna chino. Eleve tus sentidos y tu alegría hasta las estrellas de la fiesta de otoño.
 

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