Aceite Esencial de Incienso
El incienso ha sido un bien altamente valorado durante milenios, remontándose a antiguas civilizaciones como Babilonia y Asiria. La resina preciosa es la cadena de suministro global más antigua. Babilonios y asirios lo quemaban en ceremonias religiosas y para meditación contemplativa. Los antiguos egipcios lo utilizaban en perfumes y ungüentos calmantes para la piel. El aceite de la resina ha sido utilizado durante mucho tiempo en prácticas de bienestar ayurvédicas y tradicionales chinas.
El aceite esencial de Incienso proviene de la resina del árbol de incienso. Los cosechadores realizan cortes poco profundos en la corteza, de los cuales se filtra la resina. La resina se deja durante dos semanas para que cristalice, luego se raspa del árbol. Este proceso se repite durante varias semanas a lo largo de la temporada de cosecha. Las lágrimas de resina son cuidadosamente limpiadas y organizadas por tamaño y color por los cosechadores antes de la destilación.
Aceite esencial de Helicriso
El aceite esencial de Helicriso se obtiene en Albania y Córcega, Francia. Proviene de Helicriso italicum, la especie de helicriso más valorada por su aceite.
Helicriso es una flor silvestre de montaña de la familia de las margaritas. Tiene hojas delgadas y flores amarillas. A diferencia de muchas hierbas, sólo las flores producen el fragante aceite esencial. Se necesitan casi cinco libras de flores de helicriso para producir una botella de 5 ml de aceite esencial de Helicriso.
Aceite Esencial de Limoncillo
El aceite esencial de Limoncillo se obtiene de una planta alta y perenne que crece en tallos. Originaria de regiones tropicales, la hierba limón es conocida por su aroma herbal y cítrico, y es popular en diversas cocinas.
El aceite esencial de hierba limón puede tonificar y limpiar la piel y el cuero cabelludo cuando se incorpora a una rutina de cuidado capilar o de la piel. También es una adición ideal para un masaje después del ejercicio.
Aceite Esencial de Hierbabuena
El aceite esencial de Hierbabuena se obtiene de una planta perenne que crece de 11 a 40 pulgadas de altura y prospera en climas templados. Se utiliza ampliamente en chicles, caramelos y productos dentales por su sabor a menta y para promover un aliento fresco.
El aceite esencial de menta verde es diferente al aceite de menta, sirviendo como una opción más suave para usar tópicamente con niños y personas con piel sensible. Su aroma dulce y refrescante es estimulante, lo que lo hace ideal para la difusión mientras se trabaja o estudia.
Aceite esencial de Manuka
El aceite esencial de manuka proviene de Nueva Zelanda, el entorno perfecto para la planta de manuka. Proviene de la misma familia que el árbol del té y el eucalipto. Aunque comienza como un arbusto, las plantas de manuka a veces pueden convertirse en un árbol que alcanza alrededor de 49 pies de altura.
Cada parte de la planta manuka ha sido utilizada por los maoríes en prácticas tradicionales de bienestar. Quizás reconozcas la palabra manuka por la miel de manuka, que proviene de las colmenas de abejas que polinizan las flores del árbol de manuka.
Manteca de Karité
La manteca de karité, una sustancia lujosa y cremosa, se extrae de las nueces del árbol de karité, que es nativo de África Occidental. Conocida por sus ricas propiedades emolientes, la manteca de karité ha sido un elemento básico en las rutinas de belleza y cuidado de la piel durante siglos. Es excepcionalmente nutritiva para la piel, proporcionando una hidratación profunda gracias a sus altas concentraciones de ácidos grasos y vitaminas A y E.
Estos nutrientes ayudan a suavizar la piel y mejorar su barrera natural, lo que hace que la manteca de karité sea un excelente ingrediente para calmar la piel seca, mejorar la elasticidad de la piel y ayudar a proteger contra el daño ambiental. Sus propiedades naturales también la convierten en una elección popular en productos destinados a alisar y acondicionar la piel, dejándola suave e hidratada.
Aceite de Mongongo
El aceite de Mongongo se obtiene de las nueces del árbol de mongongo, que crece principalmente en las regiones del sur de África. Es conocido por sus notables beneficios para el cuidado de la piel.
Este raro aceite es rico en ácido linoleico, vitamina E y ácido eleosteárico, que proporcionan nutrición y protección a la piel. El ácido eleosteárico reacciona con la luz UV para formar una capa protectora sobre la piel, lo que lo hace especialmente valioso para quienes están expuestos a condiciones de sol intenso.
El aceite de Mongongo también es altamente emoliente, hidratando y reacondicionando la piel de manera efectiva, además de hacerla más suave y reducir la apariencia de líneas finas. Esta cualidad lo convierte en una excelente opción para revitalizar y proteger la piel, manteniendo su resistencia y brillo juvenil.